jueves, 7 de junio de 2007

Corte de calles y peña en apoyo a los trabajadores de MAFISSA


CORTE DE CALLE en 7 y 48 en apoyo a la lucha de los obreros de Mafissa

El viernes 8 de junio, entre las 11 y las 13 hs. se realizará un corte de calles en 7 y 48, en apoyo a la lucha de los obreros de MAFISSA (Manufacturas de Fibra Sintética S.A.), que desde hace dos semanas están sosteniendo una permanencia en la planta de la empresa (44 y 184, Olmos), rechazando el lock out patronal y exigiendo aumento salarial y efectivización de los contratados, además de que la familia Curi, propietaria de la empresa, de marcha atrás con los despidos en represalia a la lucha de los trabajadores.

PEÑA para juntar plata para el fondo de huelga
Además, desde las 21 hs., en la sede del SUTEBA La Plata (13 e/ 56 y 57), se realizará una peña para juntar plata para el fondo de huelga.
La entrada en la puerta es de $5, la pre-venta está a $3, podés comprarle a algún/a compañero/a de La fragua - FPDS o de cualquier organización que esté participando de la Multisectorial La Plata.

Corto-documental “Mafissa en lucha”
También informamos que se encuentra disposición de todxs el corto documental “Mafissa en lucha” (18’), realizado como una herramienta más de difusión de la lucha, que cuenta el conflicto desde la voz de los propios trabajadores. Podés verlo en nuestro blog: http://lafragua-fpds.blogspot.com. Para conseguirlo, podés escribir a cinepopularautogestionado@yahoo.com.ar o comunicarte con la agrupación. También andan circulando varias copias en distintas organizaciones y compañeros. Se permite y se alienta a multiplicar (copiando y distribuyendo) este y otros materiales de difusión.

Más información sobre las actividades definidas por la Multisectorial en http://argentina.indymedia.org/news/2007/06/524226.php

Se agradece la circulación de esta información.

La fragua, agrupación de base - Frente Popular Darío Santillán
lafragua.fpds@gmail.com

martes, 5 de junio de 2007

Boletín Especial La Fragua > Obreros de Mafissa en lucha

Contra los despidos y por aumento salarial
OBREROS DE MAFISSA
en lucha por las fuentes de trabajo

Boletín Especial La Fragua en formato pdf

lunes, 4 de junio de 2007

Revista La Fragua no. 8 > Editorial

1 de Mayo. Día del trabajador y trabajadora

La convocatoria que los trabajadores norteamericanos realizaban para la manifestación del 1ro de Mayo de 1886 señalaba que esa jornada debía ser “un día en que con tremenda fuerza la unidad de los trabajadores se movilice contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra. Un día para comenzar a disfrutar de 'ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana'”.

La huelga por la jornada de ocho horas se extendió de costa a costa en los Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 obreros salieron a las calles a manifestar sus reivindicaciones. En Chicago los sucesos tomaron rápidamente un sesgo violento, que culminó en la masacre de la plaza Haymarket perpetrada por la policía.

Hoy a 121 años de aquella jornada, los trabajadores seguimos luchando por nuestros derechos básicos: reducción de la jornada de trabajo, salarios dignos iguales a la canasta familiar, mejores condiciones de trabajo, el fin de la precarización laboral.

Frente a la lucha del pueblo trabajador por sus derechos, la respuesta en 1886 fue la represión que costó la muerte de muchos trabajadores. Hoy, nuestra lucha, la lucha de los docentes de Neuquén, Salta y Santa Cruz, la lucha de los trabajadores Estatales en la provincia de Buenos Aires, el conjunto de las luchas de los trabajadores, siguen siendo reprimidas y el asesinato sigue siendo la respuesta a nuestras demandas.

Debemos recuperar el 1ro de mayo como día de lucha, como día de rebelión y no simplemente de descanso. En las calles, en ese 1ro de mayo de 1886, los trabajadores movilizados coreaban “Nos proponemos rehacer las cosas/ Estamos hartos del trabajo por nada,/ escasamente para vivir;/ jamás una hora para pensar".

Revista La Fragua no. 8 > Quedarse quieto es perder. Si no luchamos nuestro tiempo es suyo

La economía argentina está atravesando su 5º año consecutivo de crecimiento global. En esos 5 años se han creado más de 3 millones de empleos. Sin embargo, la mayoría de esos empleos siguen siendo precarios, sin aportes, sin contratos, con bajos salarios.

La convertibilidad “fracasó” para dar lugar al neodesarrollismo. La convertibilidad fracasó pero sus objetivos no: hoy sufrimos un patrón de desarrollo basado en los salarios bajos y el empleo precario. La rentabilidad del capital es un 50% más alta que a mediados de 1998, los salarios son para la mayoría de los trabajadores 20% menores.

La mitad de los asalariados ganan menos de 690 pesos por mes. La familia media (con dos miembros adultos ocupados) tiene ingresos al menos 30% inferiores a la canasta familiar; la mayoría de las familias tienen ingresos aun más bajos.

A pesar del crecimiento económico, la desigualdad de los ingresos se mantiene elevada y la pobreza abarca amplias capas de la población del país: casi 4 millones de personas pasan hambre en un país que produce alimentos para 10 veces su población total. Mientras el 80% de la población se reparte sólo el 25% de la producción de bienes y servicios para consumo final, los más ricos se apropian (consumen, derrochan) el otro 75%.

La inflación se encuentra en torno al 10% anual y se mantendrá en esos valores, tal vez un poco más. La suba de precios se ha convertido en el instrumento predilecto de los grandes capitales para bajar los salarios en un marco de crecimiento económico.

El crecimiento continuará sin dudas por algunos años más. Alimentado por la explotación de los recursos naturales y las exportaciones del combustibles y del sector agroalimentario (con altos precios internacionales) y el dólar caro, la economía no presenta a corto plazo límites serios al crecimiento. El dólar alto aún garantiza un superávit en el comercio exterior, lo cual permitirá por algunos años más que el gobierno continúe acumulando dólares (al fin y al cabo ¿hay que pagar la deuda cuando la economía no crezca, no?).

En este contexto, quedarse quieto, no luchar, implica retroceder. Producimos más (el último año el valor de la producción por trabajador aumentó más de 16%), y si no luchamos, nos explotan más, el patrón (el capital y el Estado) se lleva una mayor porción de nuestro trabajo. Los precios suben (en 2006, aumentaron más de 12%), y si no luchamos, con nuestro sueldo compramos menos y ellos (los patrones) consumen más. Se crean empleos precarios, y si no luchamos, serán más precarios y peor pagos.

Si nos quedamos quietos, gana el capital. Si no luchamos, perdemos nosotros, pierden nuestros hijos, nuestras familias. Si no luchamos, deberemos trajabar más para hacer y conseguir lo mismo. Más trabajo para ellos es menos tiempo para nosotros. Si no luchamos, nuestro tiempo es de ellos; si no luchamos, nuestra vida es de ellos, de los patrones, del Estado y el capital.

Revista La Fragua no. 8 > Asesinan a un maestro en corte de ruta

Carlos Fuentealba nació en Junín de los Andes y llegó a la ciudad de Neuquén donde se desarrolló como profesor secundario de física y química. Carlos era el delegado gremial del colegio secundario del barrio Cuenca XV, una humilde comunidad en la zona Oeste de la ciudad de Neuquén. Sus compañeros de trabajo hablan de Fuentealba como un "tipo solidario" y recordaban que el año pasado había sido elegido por sus alumnos como "el mejor profesor del colegio". Falleció luego de resultar gravemente herido, el miércoles 4 de abril de 2007. Carlos recibió un disparo en la cabeza por una granada de gas lacrimógeno durante una manifestación en reclamo de mejores condiciones salariales, la cual fue cruelmente reprimida por la Policía de Neuquén. Su ejemplo empezó a hablar, a movilizar, a multiplicar la resistencia, a exigir justicia, a hacer memoria. Los maestros y maestras, sus compañeros, continuaron la lección. Señalaron como principales responsables al gobernador, Jorge Sobisch y a sus funcionarios. Pero también recordaron que sus demandas no tuvieron respuestas del gobierno nacional, ni del ministro de Educación, Daniel Filmus, ni del presidente de la Nación, Néstor Kirchner.

Miles de docentes en todo el país marcharon el 9 de abril manifestando su repudio al grito de “CTERA yo te quiero preguntar si hacia falta un muerto para el paro nacional”. Los dirigentes gremiales no escuchan y el gobierno tampoco. No aprenden o no quieren aprender que en este país no se tolera más la represión

No es la primera muerte por luchar que ocurre en democracia. El 12 de abril de 1995, en Ushuaia, era asesinado por la policía provincial el obrero de la construcción Víctor Choque. El objetivo era desarticular la movilización obrera. El gobernador de Tierra del Fuego era José Estabillo. El presidente, Carlos Menem.

Dos años más tarde, el 12 de abril de 1997, la policía de la misma provincia, mataba en Cutral Co a Teresa Rodríguez. La represión era contra la pueblada desencadenada a partir de otra lucha docente, que amenazaba multiplicar piquetes y resistencias. El gobernador de Neuquén entonces, era Felipe Sapag. El presidente, Carlos Menem.

Los primeros crímenes del gobierno de la Alianza fueron en Diciembre de 1999, en el puente de Corrientes, la Gendarmería había asesinado a los jóvenes Mauro Ojeda (18 años, sobrevivía con changas) y Francisco Escobar (25 años, cartonero). Con ellos querían matar la lucha autoconvocada de trabajadores docentes, estatales, del pueblo correntino. Los mataron las balas de los gendarmes al mando de los comandantes Chiappe y Caruso, enviados por el Ministro del Interior Federico Storani a “pacificar” la provincia de Corrientes para que su interventor, Ramón Mestre, pudiera asumir el cargo. La viceministra del interior era Nilda Garré.

Salta es una provincia devastada por las políticas del Banco Mundial que la declararon parte de los llamados "territorios inviables". El término perverso anticipaba el silencioso genocidio neoliberal que produjo los nuevos "desaparecidos" como consecuencia de la desocupación, las enfermedades, la contaminación ambiental, la represión, la depresión, el hambre. Los desaparecidos, comenzaron a aparecer como piqueteros en Jujuy, en Buenos Aires, en Salta; en la Patagonia. Había que pararlos. En Salta, el 10 de noviembre del 2000 fue asesinado en la ruta 34, entre General Mosconi y Tartagal, Aníbal Verón, trabajador mecánico, despedido de la empresa de transporte Atahualpa. Aníbal Verón, de 37 años, fue fusilado con una bala de la Policía provincial, pero la bala apuntaba a desarmar la protesta .El gobernador de Salta era entonces, como ahora, Juan Carlos Romero. La Ministra de Trabajo del gobierno de la Alianza, era Patricia Bullrich. El Ministro del Interior, Federico Storani. El presidente, Fernando de la Rúa.

El 17 de junio del 2001, en la misma provincia, eran asesinados los jóvenes Oscar Barrios y Carlos Santillán. Los asesinatos intentaban detener las luchas populares que empezaban a crecer, el pueblo salía a la calle para ser “visto y oído” al descubrir una herramienta difícil, sacrificada, pero valiosa y contundente los cortes de rutas. Si no hay fábricas que tomar hay que cortar calles, hacer piquetes. La lección de dignidad y resistencia popular se da en las calles y son acalladas con balas.

El 19 y 20 de diciembre del 2001 en todo el país fueron asesinados jóvenes, trabajadoras y trabajadores, desocupados y estudiantes, motoqueros, piqueteros, amas de casa. Aníbal Ibarra era Jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires. Carlos Alberto Reutemann era gobernador de Santa Fe. El gobernador de la provincia de Buenos Aires era Carlos Ruckauf. El Vice gobernador, Felipe Solá. Ninguno se cree responsable.

El 26 de junio del 2002, en la masacre del Puente Pueyrredón, son asesinados nuestros compañeros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, en una brutal represión que pretendía reestablecer la gobernabilidad, y garantizar el orden del miedo. El presidente era Eduardo Duhalde. El Gobernador, Felipe Solá.

Todos sabíamos quién era Carlos Fuentealba, el maestro de Neuquén asesinado en abril del 2007. Carlos estaba en el corte de ruta, resistiendo, antes había dado clases de dignidad en las escuelas. También sabíamos que Carlos era Teresa, era Aníbal, era Darío, era Víctor, era nuestro pueblo, eran los de abajo, los de la memoria que no tiene punto final, porque tampoco hay punto final para la represión y para la impunidad.

Sabemos también quiénes lo mataron. Los Sobisch, los Romero, los Menem, los Kirchner. Manejan las provincias, que creen suyas con punteros, privilegios, cargos públicos y represión a las protestas sociales. Por eso, es inconsistente el análisis de quienes pretenden separar, las responsabilidades de los gobiernos provinciales de las políticas nacionales.

Revista La Fragua no. 8 > Viajero eterno que sigue entre nosotros / 30 años de la desaparición de Héctor Germán Oesterheld

Héctor Oesterheld nació en 1919. Es­tudió Geología pero prefirió dedicarse a la escritura de cuentos infan­tiles y guiones de historietas. Entre sus obras se destacan Bull Rocket, El sar­gento Kirk, El Indio Suárez, Ernie Pike, Sherlock Time, Mort Cinder y El Eternauta. También publicó Che, La Guerra de los Antartes y Camote. Trabajó con dibujantes como Hugo Pratt, Alberto Breccia, Campani y Solano López.

La saga de El Eternauta cambió de forma radical a la historieta argentina. Con un alto contenido humano e ideológico el "grupo" de protagonistas reemplazan al típico héroe solitario y todopoderoso. En palabras de Oesterheld “El héroe del eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir intimo: el único héroe valido es el héroe "en grupo", nunca el héroe individual, el héroe solo”.

De esta forma en las aventuras de El Eternauta se resignifican las relaciones horizontales, las amistades y se plantea que el cambio social se debe dar desde las raíces, en lo cotidiano. En los enfrentamientos con los Manos, cascarudos y gurbos a la historia la construye este grupo humano sin superpoderes con la convicción de que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Frente a Ellos los personajes de El Eternauta son Nosotros con los otros en tanto se arriesgan a salir de uno y encontrarse con el otro, en el otro. Todo se define en la acción, en la acción con los demás. Hoy como hace 50 años la imagen del Eternauta, viajero eterno, sigue entre nosotros expresando la voz de los oprimidos que luchan y resisten.

Oesterheld era un hombre que se comprometía día a día con los sucesos de su país y esto se cristaliza en sus obras las cuales se cruzan con la historia argentina y viceversa. Este compromiso lo llevo a militar en la izquierda peronista.

En 1977 un Grupo de Tareas del Ejército lo secuestró en La Plata. Aún hoy el maestro de la historieta nacional permanece en condición de detenido desaparecido.

Biblioteca Popular Héctor Germán Oesterheld

Nuestra biblioteca lleva su nombre porque consideramos que pocas personas han logrado mantener una coherencia tal con sus ideas. Fue poseedor de una integridad tan grande que decidió renun­ciar a las posibilidades de cre­cimiento personal (que legíti­mamente había adquirido, por talento y trabajo), y se embarco en un proyecto colectivo de país, en el cual todos fuesen un poco mejores.

El 27 de abril pasado se cumplieron 30 años de su desaparición. Nosotros desde Galpón Sur seguiremos reivindicando a este hombre que fue capaz de poner la convicción y el cuerpo detrás de la imaginación, haciéndose cargo de lo que se crea y se cree.

HORARIOS DE ATENCIÓN
Lunes, jueves, viernes y domingos desde las 19 hs.

57 Nro. 1315 e/21 y 22 - Teléfono 452-6626 - bibliotecaoesterheld@hotmail.com

Revista La Fragua no. 8 > Editorial Perfil

Sin una organización que se ponga al frente de la lucha, los trabajadores de prensa continuamos la pelea por salarios y dignidad

Los trabajadores de prensa que laburaron antes de que comience la dictadura cuentan que el Día del Periodista alguna vez fue feriado y que luego del golpe del 24 de marzo de 1976, nunca más fue respetado. Así como tantos otros beneficios que se fueron perdiendo, nunca volvió plenamente la jornada de festejo para quienes se dedican a la vocación de Mariano Moreno. El revolucionario de Mayo, fundó La Gazeta de Buenos Ayres al calor de la independencia nacional, un 7 de junio de 1810. Esa es la fecha que los empleados de los medios de comunicación siguen pidiendo que sea realmente considerada como un día festivo.

Así lo exigirán los trabajadores del Grupo Perfil y su Comisión Gremial Interna, tal como lo anunciaron durante el mes y medio que realizaron el reclamo de aumento salarial.

Luego del triunfo de la huelga, que consiguió un aumento para las categorías más bajas de 450 pesos -escalonado y sin retroactivos-, la asamblea de Perfil volvió a hacer un paro. Esta vez porque la empresa amenazó con echar a Alejandro Wall, un editor del sitio Perfil.com que se había sumado a la medida en solidaridad con sus compañeros que menos ganaban. El compañero sigue trabajando. Ahora, van por el Día del Periodista: pedirán que se restituya este feriado.

Pero no sólo en los medios "opositores" al gobierno kirchnerista los periodistas reclamamos por salarios y por condiciones dignas de trabajo.

En Página 12, luego de dos jornadas de paro masivo y de largas asambleas, la empresa aceptó dar un aumento de 17%, con un piso de $450, a cobrar en cuotas.

En la Radio Nacional, donde el gobierno, al igual que en el mencionado matutino, impone su criterio sobre la realidad sin tapujos, también los trabajadores luchan por una recomposición salarial. El paro es en todo el territorio argentino, ya que la emisora está presente en cada provincia.

Por último, los trabajadores de Crónica TV también entraron en huelga, además de tomar el canal, por lo que el viernes 18 trasmitieron música e imágenes de la cámara fija que filma la avenida 9 de Julio.

Los conflictos siguen surgiendo, pero, por ahora, los periodistas encaramos nuestras luchas de manera aislada, sin un proceso de aglutinación por la base que dé una salida de conjunto a los enormes problemas salariales y malas condiciones laborales que sufrimos. Hasta el momento, el agrupamiento gremial existente -la UTPBA- no muestra mayor interés en ponerse al frente de la pelea de sus afiliados.

Contra las patronales que se adjudican el patrimonio de la verdad, la necesidad de levantar una organización sindical que pelee con todas sus fuerzas para mejorar la situación se hace imperiosa.

Revista La Fragua no. 8 > SALUD

Encuentro Nacional de Salud

La salud pública sobrelleva una larga crisis que sólo por momentos trasciende en los medios masivos de comunicación. Su problemática es de una enorme amplitud. En primer lugar, la fabricación de medicamentos y vacunas se encuentra reducida con una capacidad instalada de sus laboratorios, ociosa, no actualizada tecnológicamente. Argentina ha tenido la capacidad de cubrir los medicamentos y vacunas a sectores estratégicos, hoy estos sectores dependen de un plan remediar que se financia con créditos internacionales (aumento de la deuda externa).

Otra cuestión es la formación de sus recursos humanos, una formación hoy aislada de los sectores populares, con una impronta tecnocrática y ahistórica.

Además, nos encontramos con un Hospital Público que carece de insumos, donde sus trabajadores son objeto de políticas diseñadas que buscan su momento de ser implementadas y redefinidas una y otra vez, aun hoy, desde los organismos internacionales.

Y termina o empieza con los sectores populares como "pacientes" lejos, muy lejos, de una política de salud como un derecho: colas, postergaciones, maltratos, muchas veces punteros políticos terminan infiltrando sus prácticas en los centros de salud.

De estos y otros temas se dialogó en el Encuentro Nacional de Salud realizado recientemente en la Facultad de Medicina de la UBA. En el mismo participaron delegaciones de Uruguay y Brasil, las cuales más allá de sus características particulares, reflejan la regionalización en la implementación de estas políticas en toda América Latina.

Conflictos

En este contexto se dio en los últimos 60 días la lucha salarial que aún continúa en varios municipios y provincias. Frecuentemente se implementaron medidas de lucha al margen de los "dirigentes”. En la provincia de Buenos Aires los gremios de no profesionales firmaron los aumentos muy lejos de lo que necesitan los trabajadores, sin ningún mandato o consulta de asamblea. El aislamiento de los hospitales en lucha llevó a su desgranamiento. Hay lugares donde el conflicto y la lucha perseverante recompusieron la unidad hospitalaria permitiendo que muchos participaran por primera vez de una asamblea, un corte de calle, ruta o puente. Pero como es usual, la cobertura de los medios de comunicación fue muy pobre.

Quedan sin embargo preguntas para hacernos: ¿Cómo organizarse mejor? ¿Cómo articular los conflictos? ¿Cuáles son las limitaciones de la lucha sindical? ¿Cómo fortalecer nuestras luchas? ¿Se recomponen los burócratas? ¿Cómo actuar en esta coyuntura electoral?

Revista La Fragua no. 8 > El sindicato y la cuestión municipal. Los municipales y la cuestión sindical.


Más que un juego de palabras el título trata de expresar dos cuestiones que son difíciles de separar, si es que se puede, a la hora de delinear el escenario en el cual se vienen desarrollando las luchas por aumento salarial en el municipio de La Plata.

Sería bueno en primer término tratar de ver que rol se juegan y que intereses defienden los tres sindicatos que representan a los trabajadores locales en la lucha por el aumento.

Por un lado, tenemos el Sindicato de Municipales[1], por demás oficialista, quién fue el que dio el puntapié inicial por el pedido de aumento salarial a comienzos de Abril. Esto no debe sorprendernos ya que hacía tiempo se rumoreaba por pasillos, oficinas y dependencias.

Los afiliados alakistas, del Sindicato de Municipales, salieron a pedir el aumento un miércoles por la mañana y el mismo día por la tarde, el intendente Julio Alak anunciaba un incremento del 20% en el básico. Lo importante a destacar es que el aumento ofrecido fue de un 20% sobre el básico de la categoría más baja y aplicable a todas las categorías restantes; es decir que consistía, aproximadamente, en $106 para todos los empleados de planta permanente, ocuparan el cargo que ocuparan. Para los “contratados”, una forma de llamar a los precarizados que siguen siendo la mayoría, el aumento sería de $100.

A esta medida se sumó UPCN[2] quien expresa su disconformidad ante el mísero aumento anunciado por el ejecutivo, llamando a un paro de tres días con asambleas diarias en los lugares de trabajo y con una fuerte presencia en las dependencias de la Torre I. En estos espacios se podía percibir claramente el descontento de los trabajadores ante la imposibilidad que planteaba UPCN de llegar a los $ 1000 de básico, como algunos empleados pretendían. Desde este sindicato ya se daba por perdida una lucha que ni siquiera había comenzado. El convulsionado ambiente se fue apaciguando debido a que el ejecutivo no abría instancias de diálogo, salvo una conciliación obligatoria en el Ministerio de Trabajo que no tuvo mucha relevancia. El descontento de los trabajadores seguía creciendo a medida que por diferentes canales el gobierno municipal expresaba que no reconocía a UPCN como interlocutor válido de los empleados municipales. Esto se vio claramente en la postura que tomaron algunos directores hacia la medida de fuerza adoptada, que señalaron que el paro no era legal y amenazaron a quienes se adherían.

Por otro lado, los afiliados de ATE sentíamos que desde el Área Municipal del sindicato no se estaba generando ninguna estrategia teniendo en cuenta el escenario planteado. Fue así como en una pequeña asamblea con trabajadores de diferentes sectores, los cuales nos encontrábamos siguiendo de cerca el proceso de los compañeros de la Torre I, decidimos empezar a organizarnos para desarrollar un plan de lucha por las reivindicaciones que estaban siendo abandonadas por los otros dos sindicatos.

Hasta aquí podemos ver que no existe desde la dirigencia del ámbito sindical una intención de cuestionar a fondo la situación de precarización laboral del empleado estatal del municipio. “El Sindicato” demuestra esto en su práctica, ya que solamente aparece cuando sabe con anterioridad que el Intendente trae entre manos alguna mejora salarial. De esta forma, montan un escenario que los dejará bien parados a ambos, al primero por cumplir con su función y “salir a luchar” y al segundo por satisfacer el reclamo gremial.

UPCN demuestra que detrás de las medidas de fuerza que trató de impulsar, no hay nada más ni nada menos que un interés de cara a las elecciones de Octubre. ¿Cómo queda demostrado esto? Con el despliegue que realizó durante esos días, dejando la impresión de que se trataba más de una campaña “anti-alak” que de una lucha por el derecho al aumento salarial de los trabajadores. Fue increíble su capacidad para generar un “incendio” en un día y apagarlo en los días siguientes. No debería extrañarnos que en unos meses salgan de nuevo a instalar un conflicto en la puerta del Palacio Municipal.

Y por último, quienes nos encontramos en ATE vemos que la cuestión de los municipales parece seguir sin tener relevancia para la conducción del gremio ya que no vemos un Área de Municipales con una política clara, si es que la hay. Sabemos de la intención de instalar a nivel provincial la discusión sobre los Convenios Colectivos, pero no vemos un desarrollo que tenga como punto de partida la cuestión local con la especificidad correspondiente. Es decir, se han expresado a favor de considerarnos a todos estatales, tanto los provinciales como los municipales, pero cuando ATE salió a pedir por el aumento salarial para los trabajadores de provincia no fuimos sumados al reclamo y no vimos intenciones de agrupar las fuerzas para más adelante.

Ante el escenario planteado nos pusimos a trabajar en la conformación de un cuerpo de delegados, con las elecciones previas que correspondían en los lugares de trabajo. Nos expresamos a favor de realizar un plenario general de afiliados de ATE en donde podamos esbozar la coordinación de un plan de lucha que luego sea discutido en los lugares de trabajo y votado en una asamblea general. Las reivindicaciones que se postularán son: en primer lugar aumento salarial del básico igual al valor de la última canasta familiar y en segundo lugar el pase a planta permanente de todos los trabajadores precarizados.

La idea es, mediante una pequeña campaña, instalar el debate sobre el deterioro en el salario del trabajador municipal en estos últimos años y a partir de allí poder abocarnos de lleno a los demás reclamos por sector. Eso sin perder de vista que es necesario generar organización en la base para poder avanzar en lo que respecta a lo específico de cada lugar de trabajo.

También sabemos que es muy difícil lograr la participación de los compañeros por diferentes motivos: a veces por la relación clientelar que mantiene a muchos bajo la condición de no molestar a quien le consiguió el trabajo, otras veces porque se piensa al sindicato no como una herramienta de lucha sino como un prestador de servicios[3]; también es frecuente encontrar a los más jóvenes en una postura de “yo estoy de paso” por el municipio, aunque en realidad vayan a pasar el resto de sus vidas con el mismo salario y las mismas condiciones de precariedad; por último, y fundamentalmente, por el miedo que genera la condición inestable de los contratos.

A modo de cierre queremos expresar nuestra mejor predisposición para volver a andar un camino que se inició el año pasado y que se vio truncado por el despido de nuestros compañeros. Quizás la ausencia de una política del Área Municipal en ATE sea un potencial a desarrollar por los mismos trabajadores. Esperemos juntar las fuerzas suficientes para transformar conjuntamente con otros sectores nuestros sindicatos y tener un sindicato-herramienta que se corresponda con los tiempos que corren.


[1] “El Sindicato” como le llaman los trabajadores que parecen tener bien claro que a la hora de negociar es el único al cual el Poder Ejecutivo municipal reconoce como interlocutor válido.

[2] Sindicato con estrecha relación al candidato opositor del intendente Alak en la próximas elecciones.

[3] Es llamativo ver cómo los compañeros se afilian a UPCN por su co-seguro.

Revista La Fragua no. 8 > El Cordobazo, a 38 años.


El 29 de junio de 1966 un golpe militar encabezado por el General Onganía puso fin al débil gobierno constitucional del Doctor Arturo Illia. Las Fuerzas Armadas pretendían establecer una dictadura prolongada, con el objetivo de consolidar una nueva coalición social capaz de implementar un proyecto hegemónico en función de las expectativas de las clases dominantes.

Durante los primeros años de su gobierno, la dictadura de Onganía se apoyó en las Fuerzas Armadas y los grandes grupos industriales vinculados al capital extranjero, contando con la complicidad de un sector de la burocracia sindical. El régimen militar intervino las universidades nacionales, congeló los salarios de los trabajadores y buscó debilitar el poder de las organizaciones sindicales.

Sin embargo, desde 1968, se fueron multiplicando las señales de la resistencia. En mayo de 1969, una gigantesca movilización popular protagonizada por obreros y estudiantes puso límites bien precisos al proyecto político encabezado por Onganía.

A lo largo de la década del ’60 se habían establecido en la ciudad de Córdoba algunas de las más grandes plantas automotrices (IKA-Renault, FIAT, entre otras.), lo que contribuyó a la formación de un proletariado urbano con perfil altamente combativo. Esta clase obrera industrial confluía en las luchas callejeras y antidictatoriales con un movimiento estudiantil en pleno proceso de movilización.

El “Cordobazo” se produjo en un contexto muy particular. Al menos desde mediados de mayo, diferentes organizaciones sindicales se encontraban en conflicto, en tanto que el movimiento estudiantil había iniciado un plan de lucha como consecuencia de las acciones represivas de la dictadura, que se habían cobrado la vida de dos estudiantes en Corrientes y en Rosario.

Las medidas de un gobierno que respondía a los sectores más concentrados de la economía y a los grandes monopolios industriales terminaron unificando a las dos vertientes en que se dividía el movimiento obrero. En el “Cordobazo” participaron los sectores más combativos, encabezados por Agustín Tosco (Luz y Fuerza) y Atilio López (UTA), pero también los mecánicos de SMATA, que respondían al liderazgo de Elpidio Torres, un dirigente que se hallaba bajo el ala de Augusto Timoteo Vandor. La decisión del gobierno nacional de derogar el régimen de descanso conocido como “sábado inglés” encendió la mecha de la protesta.

En Córdoba, las dos centrales sindicales –la CGT de los Argentinos y la CGT vandorista- decretaron un paro activo de 36 horas a partir del día 29 de mayo. Tal como se había acordado, los trabajadores abandonaron las fábricas a media mañana y marcharon hacia el centro de la ciudad. Desde las grandes fábricas automotrices y desde la central de la empresa de electricidad de Córdoba (EPEC) enormes columnas obreras fueron confluyendo con los trabajadores agrupados en otros sindicatos y con los estudiantes universitarios.

Antes del mediodía se produjeron los primeros choques entre la policía y los manifestantes. La noticia del asesinato de Máximo Mena, un joven obrero mecánico, desató la furia de los trabajadores y de los estudiantes, que armaron barricadas con los objetos que encontraron a mano y desbordaron completamente a las fuerzas represivas. El barrio Clínicas, de fuerte composición universitaria, se convirtió en uno de los bastiones de la ocupación de la ciudad, que permaneció durante dos días bajo el control de los manifestantes.

Fue necesaria la intervención del Ejército para que las autoridades pudieran retomar el control de la situación. De todas maneras, la suerte del régimen estaba echada.

El Cordobazo constituyó un punto de inflexión. A partir de ese momento comenzó en nuestro país un proceso de radicalización política y social que incluyó a amplios sectores sociales. En el seno del movimiento obrero, el “Cordobazo” inauguró una nueva etapa, caracterizada por el surgimiento de un sindicalismo clasista, de base y con perfiles claramente combativos. Ante la ofensiva de los sectores populares organizados, las clases dominantes recurrieron nuevamente a las Fuerzas Armadas. El golpe militar del 24 de marzo de 1976 y la instauración del terrorismo de Estado tuvieron como objetivo, precisamente, cerrar ese formidable ciclo de movilización popular.

Revista La Fragua no. 8 > CINE PRECARIO


La siguiente nota está relacionada con el videoclub, Videomanía, un histórico dentro de la ciudad de La Plata. Cuenta con un amplio catálogo de películas que difícilmente se hallen en otros lugares, cine arte, clásicos, cine político....pero no deja de ser una empresa privada y su principal objetivo consiste en maximizar el margen de ganancias. Para alcanzar dicho objetivo lleva adelante diversas prácticas cotidianas que someten a los empleados a condiciones precarizadas de trabajo. En este sentido, la jornada laboral está completamente flexibilizada ya que consiste en horarios rotativos azarosos al igual que el franco y medio semanal (aunque por supuesto nunca te va a tocar un fin de semana!!!).

Los horarios de trabajo, debido a la rotación, son totalmente imprevisibles, y son dados a conocer sin ningún tipo de anticipación. De esta manera, el trabajador llega al final de su día de trabajo y no sabe a que hora va a trabajar al día siguiente. Para enterarse tiene que llamar al local a última hora, y molestar a otro compañero para que averigüe y le informe. Por lo tanto, para trabajar en Videomanía necesitás tener total disponibilidad horaria, no porque el tipo de trabajo que uno realiza así lo requiera, sino que esto tiene que ver con cuestiones que hacen a mantener el control y la obediencia en el lugar de trabajo.

Otro gran punto de conflicto es la relación que se mantiene con los jefes. La relación jerárquica patrón – empleado es bien evidente a tal punto de que uno no tiene acceso a ellos cuando necesita realizar un reclamo. Incluso cuando se los interpela frente a frente, te miran y no se dignan a responder y si te contestan será de forma soberbia, eludiendo responsabilidades, y hasta incluso con explicaciones incoherentes.

Estos dos aspectos no se pueden analizar separadamente, y uno comienza a preguntarse si estas cuestiones realmente significan lograr una mayor ganancia para el patrón. Pero la rotación de horarios trae aparejada otra dimensión, tal vez más importante, el desgaste que se produce en los trabajadores donde todos los días se refuerza el lugar de autoridad absoluta que tiene el jefe. ¿Por qué autoridad absoluta? Porque deja de ser un patrón común y corriente, y pasa a ser la persona que dispone de tu vida; y día tras día tenés que estar llamando para ver cuando vas a entregar esas 8 horas diarias de tu trabajo. De esta forma no podes programar nada con anticipación, ni partidos de fútbol, ir a la facultad, cursos, ni armar un asado con tu familia un fin de semana, ni siquiera sacar turno con el médico.

A estas condiciones precarizadas de trabajo se deben tantas renuncias dentro del período de prueba (3 meses). Pero estos “dueños de tu tiempo” saben que el empleado que soporta este período de prueba, ya se acostumbró a tener la suela del zapato del patrón incrustada en su mejilla mientras lo aprisiona contra el suelo. Y los patrones van a poder realizar cualquier capricho que se les ocurra sabiendo que el empleado apenas va a susurrar para sí mismo su malestar.

Revista La Fragua no. 8 > Trabajadores precarizados: primera caravana de escraches al patrón

Hoy, más del 35% de los asalariados son precarizados. Esto se traduce en una multiplicidad de formas de empleo que responden a las exigencias de flexibilización de las relaciones laborales. Cada vez son más los trabajadores sin un salario acorde a las conquistas históricas del movimiento obrero, sin obra social, sin jubilación, sin vacaciones pagas ni asignaciones familiares, sin el reconocimiento de antigüedad, sin licencias por enfermedad y embarazo, sin convenio colectivo, sin indemnización ni estabilidad de la jornada laboral, muchas veces realizando tareas en condiciones totalmente insalubres.

La política de empleo (flexibilización) laboral logró consolidar un estado de creciente fragmentación y estratificación de los sectores populares, produciendo una efectiva heterogenización y debilitamiento de los mismos, quienes perdieron capacidad para asociarse ante la imposición de cambios que inciden en la supresión de sus conquistas históricas. Por su parte, las organizaciones sindicales optaron por concentrarse en su "supervivencia organizativa" y sus propias prácticas las deslegitiman constantemente ante los ojos de los trabajadores.

Pero tal como ocurrió y ocurre con los desempleados, por fuera de las estructuras gremiales y a paso lento comienzan a perfilarse nuevas experiencias de lucha. En este sentido, la Coordinadora de Trabajadores Precarizados intenta romper con la fragmentación y trata de lograr unión en las luchas de diferentes sectores con la intención de encausar reivindicativa y políticamente los intereses de buena parte de los nuevos empleados. En palabras de la Coordinadora “Conforman dicho espacio compañeros sin derechos laborales a los cuales se nos dificulta organizarnos en nuestros lugares de trabajo, compañeras organizadas que no recibimos el apoyo de las burocracias sindicales, compañeros que no somos reconocidos como trabajadores (pasantes en universidades), o a quienes no se nos reconoce como trabajadores en relación de dependencia (monotributistas, contratos basura). Confluyen además encuestadores, operadoras telefónicas, camareros, animadoras de eventos, trabajadores estatales, mensajeras, cadetes, profesoras particulares, docentes, entre otros y otras”.

Este 1 de Mayo, la Coordinadora de Trabajadores Precarizados convocó a la primera caravana de escraches contra la precarización laboral, en la cual participaron alrededor de 300 personas. Haciendo suya una modalidad de protesta instalada por los hijos de desaparecidos, la caravana avanzó sobre locales y reparticiones públicas que simbolizan diferentes formas de explotación patronal. Ningún espacio o central gremial participó de la jornada. “Recurrir a un sindicato muchas veces no pasa por la cabeza de los trabajadores ya que está desdibujada la imagen del sindicato como algo que te puede ayudar. La idea es fortalecer las organizaciones que quizás no tienen legitimidad jurídica o sindical, pero sí legitimidad en cuanto a las problemáticas que se dan en cada uno de los empleos”, explica un vocero de la Coordinadora.

Los lugares elegidos para escrachar surgieron como símbolos de la precarización de las distintas ramas que están participando de la Coordinadora, es decir que fueron elegidos entre otros muchos posibles. El Estado, en particular, aparece como el principal agente de precarización laboral. Es así que el recorrido arrancó frente al edificio de la Jefatura de Gobierno porteño donde el gobierno de Telerman bajo la forma del Decreto 948 precariza las condiciones de empleo de los trabajadores.

En la puerta de la empresa de telefonía celular Movistar se montó una obra de representación callejera entre un gerente y un teleoperador de atención al público. El “jefe”, subido a los hombros de su empleado, le explicaba los beneficios de no dialogar con sus compañeros de trabajo: “Si no, te vas a ganar un despido”. Una trabajadora de Atento, tercerizada de Telefónica, usó el megáfono para difundir su lucha.

El grupo avanzó más tarde entremezclándose por la peatonal Florida hasta la sede del Instituto Superior de enseñanza Mariano Moreno, donde los títulos tienen validez oficial pero a los docentes no se les respeta el estatuto. Entre otras cosas, en estos institutos los profesores dictan clases simultáneas a tres grupos de alumnos de distintas materias y bajo un rígido control de contenidos. “La precarización del conocimiento fomenta la desigualdad”, leyó un docente. Un joven personificando al prócer, luego de denunciar a las autoridades terminó convertido en piquetero. Previamente la caravana había expresado su solidaridad con las luchas docentes de Neuquén, Santa Cruz y Salta.

Luego, siguió el turno del rectorado de la Universidad de Buenos Aires. “Somos trabajadores”, manifestó al megáfono un joven. La ley que regula las pasantías legitima la explotación de los estudiantes por parte de diversas empresas y el Estado, donde los alumnos realizan las mismas tareas que cualquier trabajador por sueldos muchos menores y sin ningún derecho laboral. No son reconocidos como trabajadores. En sintonía, la organización interna de las cátedras universitarias generó miles de profesores ad honorem.

De ahí a la consultora OPSN, donde un encuestador denunció que los mismos estudios que informan en los medios nacionales los altos índices de trabajo en negro, contratan a sus empleados sin respetar el convenio colectivo. La denuncia abarcó a las consulturas Mora y Araujo, Rosendo Fraga, Artemio López, Graciela Roemer, Julio Aurelio y al INDEC. Exigieron el blanqueo y el cumplimiento de los derechos laborales, la paga de salarios según la paritaria de 2006 de horas extras y la facilitación del material adecuado para el trabajo.

También se escracho a Teleperformance, donde un integrante de la agrupación “Teleperforados” denunció los problemas de salud de los operadores, quienes, según dijo, "deben pedir permiso hasta para ir al baño”. La caravana arribó al ministerio de Trabajo. La pregunta hecha canción varió de “¿A dónde está que no se ve esa gloriosa CGT?” a “¿A dónde están que no se ven la CTA Y la CGT?”.

Con estas nuevas dinámicas de protesta para nuevas formas de explotación, la Coordinadora de Trabajadores Precarizados se asume como parte de la tradición de lucha y reclamó por “las conquistas históricas de los trabajadores”. Muchos de los que participaron de la caravana decidieron marchar con caretas de playmovil buscando hacer visible la invisibilidad a la que la precariedad los somete en tanto dificulta o imposibilita la organización sindical, pero también estas caretas simbolizan la homogeneidad de la situación precaria que se comparte como trabajador, más allá de la heterogeneidad de ramas laborales. Es decir, de otro modo, intentan subvertir la fragmentación de los trabajadores haciendo visible la identidad colectiva de trabajador precarizado.

Rememorando el 1º de Mayo como una jornada de lucha y no sólo como un día de descanso la primera caravana de escraches convocó a organizarse en cada lugar de trabajo para construir la unidad desde abajo con lucha y organización.

Revista La Fragua no. 8 > 1 de Mayo. Día de lxs trabajadorxs

Orígenes.

El primero de mayo es el único de los tantos feriados nacionales con un significado propio y específico para la clase trabajadora. Para analizar el origen de este día como jornada internacional de lucha de la clase obrera, debemos situarnos en la segunda mitad del siglo XIX, durante la llamada revolución industrial. En aquel entonces, Estados Unidos comenzando a transitar el proceso que lo llevaría apenas medio siglo después a ser la primera potencia mundial, desplazando de ese lugar al Reino Unido. Para lograr esto, la burguesía pujante del norte industrial debía superar dos fuerzas opositoras. Por un lado, los sectores dominantes del sur latifundista agrícola cuyo rasgo principal estaba constituido por la esclavitud de la mano de obra, que desencadenará en la guerra de Secesión. Por otra parte, los trabajadores, cuyas condiciones de vida y de trabajo eran infrahumanas; con salarios míseros, inestabilidad en el trabajo, trabajo infantil, analfabetismo, por nombrar sólo algunas de las principales características que se repiten en todos los países.

En este contexto, surgen las primeras huelgas y manifestaciones parciales confrontando los sectores de trabajadores y del capital, signadas por las demandas y reclamos sociales. Los trabajadores norteamericanos, nucleados en la Federación Americana del Trabajo (AFL por sus siglas en inglés), resuelven que, a partir del día primero de mayo de 1886, la jornada laboral constará de tan sólo ocho horas. Ese día se realiza una de las huelgas más importantes en Estados Unidos. La policía, bajo la presión de la burguesía norteamericana comienza una durísima represión cuyo saldo no ha sido aún esclarecido al igual que en muchísimos otras jornadas de lucha protagonizadas por los trabajadores, tales como en la llamada Patagonia Rebelde o en la Semana Trágica.

El principal reclamo era la jornada laboral de ocho horas, cuyo lema era: “ocho horas para trabajar, ocho horas de esparcimiento y estudio y ocho horas de descanso”.

Luego de la represión policial, son detenidos algunos dirigentes obreros y sometidos a un juicio cuyo resultado será la condena a pena de muerte. Son ocho, como las horas de la jornada de labor reclamadas. Sus nombres, Michael Scwab, Samuel Fielden, Oscar Nebbe, Lous Ling, Adolph Fischer, Hessois Auguste Spies, George Engel, y Albert Parsons. Antes de la ejecución, a los dos primeros se les conmutará la pena de muerte por prisión perpetua, Nebbe será condenado a 15 años de trabajos forzados y Ling apareció muerto en su celda. Como en tantos otros casos, en la historia oficial se afirma que se quitó la vida por decisión propia. Los restantes cuatro fueron ahorcados en el mediodía del 11 de noviembre de 1886.

José Martí, el revolucionario cubano, escribió una crónica sobre estos sucesos en la que dejó plasmada la entereza con la que estos cuatro luchadores enfrentaban la fatalidad de un juicio preparado por la burguesía con el único objetivo de “aleccionar” a los demás trabajadores. En 1893, un juez demostró como todo el juicio se había realizado para culpar a estos dirigentes, y se resuelve absolver a los tres sobrevivientes y pedir disculpas por las muertes de los otros cinco trabajadores.

Los ecos en Argentina.

En un congreso de trabajadores reunidos en París, Francia, en el año 1889, el que daría origen a la Segunda Internacional de Trabajadores, fue tomada con gran entusiasmo por parte de los asistentes la decisión de proclamar a partir del año siguiente, el primero de mayo como Jornada de lucha internacional de la clase obrera. Se instaba a la organización de una manifestación en todos los países y ciudades en forma simultánea con el fin de intimidar a los poderes públicos para que reduzcan legalmente la jornada laboral a las ocho horas. Se recomendaba a todos los presentes que realizaran propaganda para llevar a cabo en Europa y América una jornada de lucha a favor de las ocho horas. A esta reunión también habían concurrido delegados y representantes por Argentina.

Para la organización de la protesta en nuestro país, se convocó a una reunión a fines de marzo en el local de los obreros socialistas alemanes, “Vorwarts”, mediante un volante dirigido a los “Hermanos nuestros: ¡Salud a todos!” y que anunciaba: “Europa y Estados Unidos se preparan en los actuales momentos para la gran festividad universal que debe iniciarse el 1º de mayo del corriente año. El importante movimiento que será un hecho grandioso en el Viejo y parte del Nuevo Mundo, constituirá seguramente una de las páginas más gloriosas de la historia contemporánea. No se mueven nuestros hermanos para obtener pingües aumentos en los salarios, casi siempre inútiles porque se elevan después los artículos de primera necesidad, sino en demanda de que las horas de producción no sean más de OCHO”.

En Argentina en 1890 se celebró el primero de Mayo en las ciudades puertos más importantes, tales como Buenos Aires, Rosario y Bahía Blanca, donde las condiciones de trabajo eran penosas y existía un importante componente inmigrante entre las filas proletarias, con verdaderas multitudes en las calles.

En tanto, al calor de la lucha y las manifestaciones a lo largo del siglo veinte, surgen las diversas federaciones, confederaciones y centrales de sindicatos, para dar un marco mayor a los reclamos de los trabajadores de las diferentes ramas de actividad, las cuales serán las encargadas de la organización, año tras año, de las celebraciones del día del trabajador. Sin embargo, éstas no han sido siempre bien recibidas por parte de los sectores de la burguesía nacional o por parte de los medios masivos de comunicación. Así, es común leer en la prensa, demostraciones en contra de las reuniones obreras, principalmente a comienzos de siglo pasado, cuando uno de los sectores más numerosos en las filas del movimiento obrero organizado estaba vinculado con los ideales libertarios. Además, en 1902 comenzó a regir en nuestro país una de las leyes que más utilizaron los diversos gobiernos de turno para enfrentar las manifestaciones populares. Mediante la ley 4144, o ley de residencia, el poder ejecutivo podía expulsar del país a cualquier elemento sedicioso de origen extranjero. Otro de los mecanismos más usados, para el caso de los argentinos, fue la cárcel de Ushuaia, donde fueron confinados centenares de militantes obreros, hasta que por presión de movimientos por los derechos humanos internacionales, el gobierno se vio obligado a cerrar, bien entrada la década de 1940.

Una de las celebraciones más recordadas es la de 1909, cuando la policía con el coronel Ramón Falcón a la cabeza, desata una feroz represión sobre la concentración en Plaza Lorea, hecho que generará en el anarquista Simón Radowitzky el sentimiento de venganza y terminará con la vida de Falcón en noviembre del mismo año.

Sin embargo, la clase obrera continuó siempre llevando adelante actos por esta fecha, a pesar de las dictaduras o de las represiones policiales.

El 1º de mayo hoy.

Este día ha venido perdiendo su verdadero sentido, esto es, entender que es una jornada de reflexión y discusión, de lucha, de esperanzas, de reclamo y protesta, en definitiva. Desde este punto de vista, surge la necesidad de volver a darle el significado de “día internacional de lucha de la clase trabajadora”.

Ceemos que todos los trabajadores debemos tomar este día como propio. Los ocupados, precarizados, los desocupados, subocupados, autogestionados. Todos los trabajadores y trabajadoras unidos en la solidaridad y luchando por la justicia social. La principal bandera enarbolada durante las primeras manifestaciones era contra la explotación de los trabajadores por parte de los sectores de la patronal. Hoy las luchas cambian pero en esencia continuamos con las mismas consignas: jornadas acotadas de trabajo, salarios dignos, vivienda digna, vacaciones pagas, etc. Otros trabajadores plantean la gestión colectiva en la dirección de las empresas, arguyendo que no se puede dejar librado al arbitrio de los capitalistas las decisiones que hacen a la vida de los trabajadores; otro ejemplo es la cogestión en las empresas públicas, donde no sea considerado el trabajo como un recurso o un factor de producción que se mezcla con otros recursos para generar bienes. Por ejemplo, a título enunciativo queremos también recordar la gran marcha en Estados Unidos de los inmigrantes latinos, luego de cien años en que no se festejaba el día del trabajador.

Algunas de las preguntas que quedan flotando tienen que ver con ¿Por qué continuar celebrando el primero de mayo? ¿Qué cosas han cambiado desde que se celebrara por primera vez, allá en el lejano 1890? ¿Cuál es el significado del día del trabajador? ¿Es necesario hoy día continuar con esta lucha o ha cambiado nuestra situación respecto de 1890? ¿Cuáles son los efectos del capitalismo y cómo se manifiestan en las condiciones de vida de la clase trabajadora?

Revista La Fragua no. 8 > EL PARO DOCENTE Y LOS CAMBIOS EN SANTA CRUZ

La dimensión política de la lucha de los trabajadores en el feudo kirchnerista

Prensa de Frente. Boletín quincenal Nº65 - Será pingüina, o pingüino, el presidente electo en octubre próximo, según la formulación del proyecto de continuidad de los Kirchner. Pero ya está escrito que en este año electoral el aparato de poder kirchnerista sufrió su más fuerte derrota política, en su bunker santacruceño y propinada por la lucha de los trabajadores, organizados desde las bases, con un método probadamente democrático de toma de decisiones, y por el amplio consenso social que supo generar. Fue la reivindicación salarial uno de los ejes de la lucha, pero también la puesta en cuestión de un modelo de acumulación y distribución de la renta petrolera y de su correlato de autoritarismo y arbitrariedad política e institucional.

La suma de estrategia de desgaste por indiferencia, militarización de la provincia, aprietes de una estructura militante de tintes parapoliciales conocida como “Los muchachos peronistas”, represión directa, provocaciones y calumnias caricaturescas del gobierno nacional chocaron contra la solidez política y organizativa y la voluntad de lucha de los docentes, su convergencia con otros sectores organizados de trabajadores estatales y el apoyo popular ganado desde la legitimidad y la dimensión general del reclamo.

Con la posibilidad abierta por las promesas de Peralta, el nuevo gobernador, de discutir los reclamos de los docentes de ADOSAC -y también de los estatales de ATE y de los municipales- no quedaría resquebrajado apenas lo que pareció un ejercicio de soberbia indignada de un patrón de estancia encaprichado en que no se mueva ni una mosca en su propiedad sin su previo consentimiento. La reivindicación docente de elevar el ridículo salario básico de 161 pesos, congelado en ese valor desde 1991, más la incorporación a los componentes remunerativos y deducibles de los sueldos –de por lo menos 850 pesos- pega en el centro del diseño de gestión financiera de la provincia pactado entre el núcleo central del poder económico –las petroleras- y la superestructura política hegemónica.

Santa Cruz es la provincia que gasta el menor porcentaje de su presupuesto en salarios: apenas el 24,6 por ciento del presupuesto provincial de 2007, lo que representa un ahorro relativo de 720 millones de pesos respecto del peso que tenía el gasto salarial sobre el presupuesto en 2005. Esto en una provincia cuyos ingresos anuales, en un 37 por ciento del total, provienen de las regalías petroleras.

Actualizar el salario básico e incorporar como remunerativos los montos que componen el salario que por ahora no lo son, implica además, modificar el casi inexistente gasto provincial para jubilaciones y seguridad social. La caja previsional provincial está largamente subsidiada por la Nación, que en 2007 también financiará el 84,2 por ciento del servicio de la deuda de la provincia: por cada salario estatal pagado, los aportes provisionales y a la seguridad social del estado provincial empleador llegan sólo al 5,5 por ciento, mientras que el empleado aporta con el mismo destino el 14 por ciento.

Nada indica que el estilo K de gestión provincial no intente nuevas maniobras de distracción para mantener los más intocado posible ese modelo de acumulación y distribución. Pero hay probados indicios de que la movilización consecuente, con organización democrática, de los trabajadores y los sectores populares, es capaz de poner en jaque incluso los aparatos de poder que parecen más infranqueables.

Revista La Fragua no. 8 > Persecución a docentes

En la vuelta a las clases, muchos maestros trabajaron con sus alumnos la muerte del docente, hablaron del paro, de los cortes de ruta, de la población molesta por no poder circular, que la policía no dejó que los docentes hicieran otro corte en esa ruta porque venían muchos turistas; del reclamo docente por aumento de sueldo. Además que el reclamo también se debía a otros pedidos para que pudiéramos trabajar mejor, cómo se sentían los alumnos y de qué manera se debería tratar de buscar una solución a este problema.

Algunos padres cuestionaron esta forma de trabajo que apunta a formar ciudadanos responsables, libres, críticos e independientes; al punto que algunos docentes han recibido denuncias de padres de sus alumnos por hablar del tema en el aula. Lo peor del caso es la celeridad de la justicia en la investigación a cargo de la jueza Felau. Al siguiente día allanaron el salón de clases con presencia de la jueza, llevando importantes evidencias (cuadernos de los alumnos, dibujos, huellas dactilares en el pizarrón).

Estos hechos lamentables se repiten en toda la provincia de Neuquén, intentando intimidar a los docentes que llevan adelante una digna lucha; buscan acallarlos y sacar del medio a quienes trabajan contra las políticas de sumisión, enseñando a pensar, enseñando las obligaciones del estado y los derechos de los ciudadanos.