agosto, 2009
En La Plata, perdimos los docentes
El primer balance que podemos hacer sobre el escenario postelectoral es negativo. Frente a la posibilidad de comenzar a caminar en la construcción de un sindicato diferente, más democrático, más comprometido con las escuelas y su pueblo, primó la lógica de la autorreferencialidad.
La imposibilidad de unificar las (o)posiciones dejó la puerta abierta al fraude de la burocracia Celeste que estará al frente del sindicato al menos por tres años, y lo que es aún más grave, abortó un proceso de participación asamblearia de gran importancia para todxs lxs trabajadores de la región.
Los números de las elecciones dieron el triunfo por escaso margen a la lista Rosa-Roja-Marró n (388 votos) sobre la lista Verde-Celeste- Plateada (364 votos), seguidas por la Lila (345 votos) y la Amarilla y Negra (234 votos). El rechazo de lxs afiliadxs de La Plata a la lista Celeste fue de más del 70 %.
Sin embargo, la agrupación Celeste no reconoció el triunfo de la oposición y a través del fraude se proclamó como nueva conducción.
¿Que argumentos utilizaron para desconocer la posición de 700 docentes que le dijeron que no?
Una docente que a la hora del cierre de mesas se encontraba en el recinto, votó después del horario con la autorización de todxs lxs presentes, inclusive el fiscal celeste. Como se trataba de la mesa de votos observados, el sobre llevaba el nombre de la docente; pero a la hora del escrutinio, la celeste cuestionó ese voto. Las demás agrupaciones, a pesar de que no correspondía, aceptaron que se recurriera el mismo. La ley electoral es muy clara en ambas situaciones: la docente podía votar, en todo caso se recurre ese voto, y decide el tribunal central en Capital Federal. El resto de la urna se debía contabilizar en la sede de La Plata.
Sin embargo, la celeste de Baradel exigió que se impugnara la mesa entera. Claramente, por el temor de perder en esa urna, como finalmente ocurrió. La apertura de la urna se realizó en presencia de escribano. El tribunal central rechazó el procedimiento y dio por ganadora a la celeste local.
De este modo, utilizando como argumento la demora en el cierre del comicio en la mesa de votos observados, los apoderados de la lista Celeste impugnaron la urna 1 de sede desconociendo así la voluntad de lxs 176 compañerxs que votaron en ella.
Algunas cosas quedan claras en La Plata: el rechazo a las políticas de la Celeste y la conducción provincial de Baradel fue absoluto. Por este motivo, la Celeste tuvo que valerse del fraude para ganar una seccional tan significativa. Sin embargo, este modo ilegítimo de llegar a la conducción de un sindicato –propio de las burocracias- no alcanza para dar cuenta de un hecho inexplicable: la división en tres listas del frente que conducía el sindicato. El sectarismo, el aparatismo y la autorreferencialida d no sólo de los partidos sino también de agrupaciones llamadas independientes, son las causas de la situación en la que nos encontramos hoy. Llegar a las elecciones con tres listas opositoras a la burocracia sindical fue una irresponsabilidad política que comprometió un proceso que, más allá de las diferencias, representaba claramente los intereses de lxs trabajadorxs.
Es importante denunciar este hecho escandaloso que es el fraude de la Celeste en La Plata. La conducción que ganó es la Lista Rosa- Roja- Marrón.
Entramos en una etapa en la que será necesario fortalecer el trabajo de base que venimos haciendo en las escuelas, con compañerxs de trabajo, con las familias y lxs alumnxs, construyendo vínculos y prácticas de resistencia, generando debates que aporten al crecimiento de nuestra conciencia y nuestra práctica política cotidiana como pueblo oprimido en lucha.
Seguramente, deberemos encontrar en la experiencia acumulada y en la creatividad militante nuevas formas organizativas que junten lo que anda disperso.
Una punta importante debe ser fortalecer la dimensión territorial que tiene nuestro laburo abriendo la escuela a las organizaciones barriales para encarar luchas de manera conjunta, desarrollando nuestro trabajo desde los intereses y problemáticas de la comunidad.
Otro aspecto importante es no desatender lo que podría llamarse “atención gremial primaria”: lxs delegadxs fuimos elegidxs por nuestrxs compañerxs y en ese sentido tenemos más legitimidad que la fraudulenta conducción Celeste. Por eso, debemos colaborar en la organización de los reclamos colectivos e individuales de lxs compañerxs.
Juntarnos, abrir espacios de debate y formación sobre nuestras prácticas, acercar compañerxs independientes que busquen un espacio de participación antiburocrático con el objetivo de construir una práctica democrática y liberadora hacia el sindicato y la escuela, es nuestro desafío.
Docentes organizados/as en La Fragua
No hay comentarios:
Publicar un comentario