Desde el 17 de agosto, todas las plantas de Siderar fueron bloqueadas por el Sindicato de Camioneros impidiendo el ingreso de insumos y materias primas y el egreso de materiales terminados. A medida que pasan los días, distintas líneas de producción dejan de funcionar y para el sábado 21, las tres plantas que realizan productos terminados (Florencio Varela, Haedo y Canning) quedaron paralizadas totalmente mientras que en San Nicolás debieron bajar la carga del Alto Horno. El conflicto no está cerrado, y es evidente que Techint está dispuesta a enfrentar el poder de Moyano.
El reclamo es concreto que se paguen los los 3,2 millones de pesos en deuda previsional que los transportistas tienen conc los casi 4000 chóferes que pertenecen a empresas tercerizadas y subcontratadas por Siderar. Según el artículo 29 de la Ley de Contrato de Trabajo «la empresa para la cual los trabajadores presten o hayan prestado el servicio responderán solidariamente de todas las obligaciones emergentes de la relación laboral y de las que deriven del régimen de seguridad social».
El reclamo va contra el centro de la política de las grandes empresas siderúrgicas que desde la reconversión productiva en la década del ‘90 basan su producción en la tercerización de servicios y sectores productivos, generando más precarización laboral, salarial y de las condiciones de seguridad.
Luego de varios intentos de que los trabajadores metalúrgicos vaciaran las plantas y que fuera rechazado por los delegados, el 23 Siderar declaró un verdadero lockout patronal suspendiendo a todo el personal sin goce de haberes, demostrando que está dispuesta a enfrentar con todo el poder de la UIA, AEA y el capital financiero a los camioneros y llevando a los trabajadores metalúrgicos al enfrentamiento con sus compañeros transportistas.
Sin embargo, los trabajadores de las tres plantas rechazaron las suspensiones, ocuparon las plantas que habían sido cerradas con cadenas por parte de la patronal y montaron campamentos en cada una de las puertas junto a los camioneros.
Finalmete el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y los camioneros levantaron el bloqueo. Sin embargo las plantas no vuelven a la normalidad hasta que la empresa no se comprometa a pagar las horas perdidas al personal propio y contratado.
El conflicto no está cerrado, y es evidente que Techint está dispuesto a enfrentar el poder de Moyano. Para eso los trabajadores deben actuar en unidad y para eso se deben democratizar y masificar las acciones, no puede ser una pelea de aparatos, los verdaderos trabajadores camioneros tienen que ser parte de estas medidas. Los bloqueos no pueden quedar en manos de una patota organizada por los Moyanos donde los trabajadores la miran desde afuera. Los trabajadores metalúrgicos debemos asumir que es necesario terminar con ese sistema perverso que es la tercerización y debe ser una pelea unificada para que todos tengamos los mismos derechos, el mismo salario, los mismos beneficios y la misma estabilidad laboral.
El reclamo es concreto que se paguen los los 3,2 millones de pesos en deuda previsional que los transportistas tienen conc los casi 4000 chóferes que pertenecen a empresas tercerizadas y subcontratadas por Siderar. Según el artículo 29 de la Ley de Contrato de Trabajo «la empresa para la cual los trabajadores presten o hayan prestado el servicio responderán solidariamente de todas las obligaciones emergentes de la relación laboral y de las que deriven del régimen de seguridad social».
El reclamo va contra el centro de la política de las grandes empresas siderúrgicas que desde la reconversión productiva en la década del ‘90 basan su producción en la tercerización de servicios y sectores productivos, generando más precarización laboral, salarial y de las condiciones de seguridad.
Luego de varios intentos de que los trabajadores metalúrgicos vaciaran las plantas y que fuera rechazado por los delegados, el 23 Siderar declaró un verdadero lockout patronal suspendiendo a todo el personal sin goce de haberes, demostrando que está dispuesta a enfrentar con todo el poder de la UIA, AEA y el capital financiero a los camioneros y llevando a los trabajadores metalúrgicos al enfrentamiento con sus compañeros transportistas.
Sin embargo, los trabajadores de las tres plantas rechazaron las suspensiones, ocuparon las plantas que habían sido cerradas con cadenas por parte de la patronal y montaron campamentos en cada una de las puertas junto a los camioneros.
Finalmete el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y los camioneros levantaron el bloqueo. Sin embargo las plantas no vuelven a la normalidad hasta que la empresa no se comprometa a pagar las horas perdidas al personal propio y contratado.
El conflicto no está cerrado, y es evidente que Techint está dispuesto a enfrentar el poder de Moyano. Para eso los trabajadores deben actuar en unidad y para eso se deben democratizar y masificar las acciones, no puede ser una pelea de aparatos, los verdaderos trabajadores camioneros tienen que ser parte de estas medidas. Los bloqueos no pueden quedar en manos de una patota organizada por los Moyanos donde los trabajadores la miran desde afuera. Los trabajadores metalúrgicos debemos asumir que es necesario terminar con ese sistema perverso que es la tercerización y debe ser una pelea unificada para que todos tengamos los mismos derechos, el mismo salario, los mismos beneficios y la misma estabilidad laboral.
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