Editorial
Cerramos esta decimotercera revista en momentos en que empiezan a desplegarse en toda su magnitud las consecuencias de la crisis económica internacional. Con despidos y suspensiones en las que hasta hace poco eran las industrias de mayor dinamismo, y con políticas de gobierno que apuntan a resolver más las necesidades del capital que las de la clase trabajadora.
El capitalismo muestra sus efectos sobre el planeta en su conjunto, sin moderar su voracidad por consumir -hasta agotar o degradar- las condiciones esenciales para la reproducción de la vida: el agua, la tierra, el aire, la energía, la sociedad misma presa de la fragmentación, el individualismo y la violencia entre iguales. Imágenes de un fenómeno global que en los países de América se conjuga en clave de política extractiva-exportadora, ofreciendo nuestros territorios al mejor postor y despojando a los pueblos de sus derechos: manteniendo bajos los salarios y empeorando las condiciones de trabajo, vivienda, transporte, salud y educación de la mayoría.
Como parte de este escenario, que -a pesar de los cinco años de crecimiento económico- muestra irresueltos los principales problemas del pueblo, en Argentina los ganadores del modelo se unen para intentar que la crisis la paguemos los de abajo. Devaluación, caída del salario real, mayor precarización, despidos, marginación social, pérdida de derechos en general son sus propuestas. Frente a ellos, una clase fragmentada y sujeta a los aparatos de domesticación ideológica, que a pesar de eso genera experiencias que intentan la construcción de un sistema superador al capitalismo. Ensayando nuevas formas de sociabilidad, nuevas propuestas emancipatorias, ante una crisis que si no es terminal (no lo sabemos), al menos es lo suficientemente grave como para decir basta y echar a andar otros caminos.
Como parte de ese campo en construcción, trabajadoras y trabajadores asalariados de distintos oficios y regiones nos vamos organizando en el Frente Popular Darío Santillán. En este Frente nos articulamos entre nosotros/as y con movimientos barriales, de trabajadores desempleados autogestionados, de pequeños productores, estudiantiles, culturales. Desde un espacio de asalariados donde desarrollar acciones específicas del sector, en este momento unimos fuerzas desde Capital Federal, el Gran Buenos Aires, La Plata - Berisso y Ensenada, Necochea, el Alto Valle, Córdoba, Tucumán, Jujuy y la zona de Rosario. Apuntando a generar autoorganización de base, confluyendo con grupos de trabajadores y trabajadoras con prácticas similares, elaborando propuestas y reflexionando sobre cómo podemos desarrollar nuevas síntesis que potencien la lucha de la clase trabajadora.
Conscientes de ser sólo una pequeña parte de la clase que busca organizarse, nos proponemos trabajar con otros, construir herramientas y proyectos que aporten a la unidad popular. En Nuestra América están las mejores experiencias de pueblos en lucha por decidir su destino y vivir dignamente. En nuestro país, diversas experiencias de organización nos vamos encontrando, reconociendo, y proyectando una agenda de trabajo en común. Apostamos a hacer crecer ese espacio amplio de los que luchan y se organizan con participación popular y protagonismo de base. Desde abajo, como crecen todas las cosas interesantes.
Sólo el pueblo salvará al pueblo,
La emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.
miércoles, 29 de abril de 2009
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